Repaso mis amigos. Me entretengo buscando una sustancia común. Trato de identificar la calidad del material magnético que produjo aquella primera atracción que persiste muchos años después. ¡y es que muchos tenemos ya muchos años! Y encuentro algo que me gusta en todos ellos, su insobornable rebeldía. Una rebeldía sin gritos, sin aspavientos. Una rebeldía empapada en cada acto, en cada instante.
Y encuentro también que ¡¡siempre salgo estupenda en las fotos que me sacan mis amigos ;-)!! y que, la mayoría de ellos, conocieron a mi hermano, a Batxi.
Además, todos me parecen guapísimos!
También por esto, soy afortunada.